Huellas del mundo romano en la Beturia extremeña
Hasta la llegada del mundo romano a la península, el territorio de las actuales Extremadura y Andalucía conformaban una gran extensión de tierras denominada Beturia, la Beturia Celta la más meridional y la Beturia Túrdula la situada más al sur. Ambos territorios estaban poblados con una serie de asentamientos que desde la edad del bronce hasta la llegada de Roma, controlaron sus riquezas naturales y explotaron sus recursos en un sistema agro-ganadero adaptado al clima y la topografía. Esos asentamientos se crearon desde una tipología de implantación habitualmente defensiva y amurallada y en torno al culto de las deidades pre-romanas.
Con la llegada del mundo romano, estos asentamientos fueron aniquilados en su mayoría y a veces reutilizados después por la propia población ya romanizada, de manera que a cambio y en torno a las principales rutas de comunicación como la Vía de la Plata o la vía de comunicación de Emerita Augusta con Corduba, se fundaron nuevas ciudades plenamente romanas, sobre todo en la fase imperial, las cuales continuaron el control territorial, político y socio-económico basado en la agricultura y en el derecho romano.
En nuestro itinerario podremos visitar dos de estas ciudades romanas. La primera es Contributa Juilia, fundada en la Beturia Céltica sobre un Oppidum prerromano previo (Ugultunia), tras su conquista por Julio César en el siglo I dC. Con todas las características del urbanismo romano imperial, el yacimiento cuenta con recinto amurallado, un mercado y varias dependencias domésticas, pero sobre todo destaca su enorme basílica, la mayor conocida en la península Ibérica, lo que nos habla del potencial de este yacimiento y de la ciudad en su momento.
Y visitaremos además, esta vez en la Beturia Turdula, Regina Turdulorum, ciudad romana creada también en torno al siglo I d.C pero totalmente nueva, con un sistema urbanístico claramente romano del que podemos comprobar sus ejes urbanos principales, su implantación en cuadrícula regular, las manzanas edificadas con viviendas de uso privado y edificios de uso público y religioso, su sistema de cloacas y el uso de materiales nobles en pavimentos y ornamentaciones. Además tendremos la oportunidad de visitar su teatro, bastante bien conservado, y descubrir en él los espacios destinados a la «scena», la «orchestra» y la «cavea», además de su sistema de acceso y desalojo, la tramoya, etc…
Y todo ello recorriendo el sur de Extremadura, sus dehesas y zonas de campiña, visitando sus pueblos, viendo el cerdo ibérico en montanera, avistando cigüeñas y aves rapaces, respirando su aire limpio y disfrutando de su clima suave. No es de extrañar que estas tierras fueran las predilectas para los hombres prerromanos a la hora de implantarse en ellas…